viernes, 29 de diciembre de 2023

2024 "Annus Decisivus": Próximo Capítulo de Nuestra Historia Global

 


El año 2024 se perfila como un año histórico, un año que podría cambiar el curso de la humanidad. Con ciudadanos de casi 60 países, que albergan a más de 4 mil millones de personas, es decir, más de la mitad de la población mundial, acudiendo a las urnas, 2024 podría ser testigo de la mayor participación electoral en la historia.

Las elecciones nacionales en países como Estados Unidos, México, India, Taiwán y Sudáfrica sin duda acapararán la atención del mundo. Sin embargo, no debemos subestimar el poder de las elecciones locales. Los líderes elegidos en todos los niveles tendrán un impacto significativo en el futuro de nuestro mundo. La gran cantidad de personas que votarán en 2024 significa que los resultados tendrán un impacto desproporcionado en el futuro de nuestro mundo.

Además de la política, el 2024 también será un año crucial para la tecnología disruptiva, la economía y los avances médicos. La inteligencia artificial sigue siendo un desafío importante, la economía y la inflación son preocupaciones constantes, y los avances médicos prometen cambiar nuestras vidas de formas que apenas podemos imaginar.

En la compleja trama de eventos globales, la tarea de prever es incierta en el mejor de los casos, sin embargo, el valor radica en ofrecer un camino hacia la preparación. Y aunque el 2024 probablemente esté lleno de sorpresas, al igual que los últimos años, hay desafíos geopolíticos y económicos importantes que el mundo enfrentará, los cuales exigen preparación y reflexión.

Por ejemplo, se espera que las economías avanzadas vean una inflación de menos del 3.0% después de promediar un 4.6% en 2023. A la luz de esto, Estados Unidos está viendo en realidad algunos de los números de inflación más bajos en todo el mundo, pero eso se contrarresta con una Eurozona débil y un Reino Unido especialmente debilitado.

Se espera que las economías emergentes y en desarrollo, sin embargo, vean una inflación del 7,8% sobre el 8,5% de inflación que experimentaron en 2023, una lucha significativa para naciones que ya fueron golpeadas con fuerza por la pandemia. De hecho, algunos países, como Argentina, Turquía, Egipto o Venezuela, experimentarán una inflación a tasas de dos, tres o más dígitos.

Añadir a este preocupante panorama económico la desaceleración en China, la segunda economía más grande del mundo y el mayor socio comercial de muchos países y regiones. China ha sido el principal motor del crecimiento global durante las últimas cuatro décadas; sin embargo, su modelo de crecimiento, que depende en gran medida de la inversión, las exportaciones y la deuda, puede haber alcanzado sus límites. Ahora, el país se enfrenta a múltiples desafíos.

En cuanto a los conflictos globales, la guerra en Ucrania ha estado en curso durante dos años, con la mayoría de los ucranianos deseando seguir respondiendo militarmente a los ataques de Rusia. En 2024, Ucrania tendría que redistribuir la carga de la guerra sin contar con más financiación de los Estados Unidos, lo que oscurece el panorama de este conflicto bélico.

En el Medio Oriente, Israel ha intensificado sus ataques en Gaza, con un aumento en su presupuesto de guerra para el 2024. La situación en la región sigue siendo volátil y podría tener implicaciones significativas en la política mundial. La gran pregunta es, ¿quién controlará el territorio de Gaza después de erradicado Hamás? Es la pregunta más importante a responder para lograr una paz duradera

Además, 2024 podría ser el año en que veamos el despegue del metaverso, una nueva versión de Internet que promete transformar nuestra forma de interactuar con el mundo digital. Este nuevo espacio virtual inmersivo podría cambiar nuestras vidas de formas que apenas podemos imaginar. Por último, pero no menos importante, 2024 será un año crucial para los avances médicos.

El desafío democrático

Las elecciones en Estados Unidos en 2024 están generando mucha atención. Donald Trump, quien se perfila como el principal ganador, ha hecho varias promesas de campaña. Entre ellas, ha prometido poner fin a la guerra en Ucrania, construir 10 nuevas ciudades y aplicar la pena de muerte a los contrabandistas de drogas. Es importante recalcar que, si Trump no pudiera ser candidato, dada la cacería de brujas en su contra emprendida por los demócratas, Nikki Haley, una candidata sensata y con posiciones firmes, ha ganado vuelo como posible candidata republicana.

En India, el primer ministro Narendra Modi buscará un tercer mandato en el cargo. Modi, que lidera el Partido Janata Bharatiya, ha sido acusado de socavar las tradiciones seculares y pluralistas de India, reprimir la disidencia y promulgar leyes controvertidas que discriminan a musulmanes y otras minorías, Sin embargo, la popularidad de Modi sigue siendo alta entre sus seguidores, quienes le atribuyen el crecimiento económico, la lucha contra la corrupción y la resistencia a China y Pakistán. Estas elecciones en India son determinantes, entendiendo que es un país con más de 1400 millones de habitantes.

En Taiwán, las elecciones presidenciales y legislativas están programadas para el 13 de enero de 2024 y son muy importantes porque determinan la soberanía de este país y también pueden avivar las trompetas de una guerra con China, Taiwán sigue siendo un punto de conflicto para las relaciones entre Estados Unidos y China, ya que la isla, que China considera su territorio soberano, se prepara para unas elecciones democráticas. El partido en el poder, el Partido Progresista Democrático de la presidenta saliente Tsai Ing-wen, busca defender su postura a favor de la independencia y resistir la presión de Pekín y del partido de oposición, el Kuomintang. Cabe recalcar que Taiwán posee la democracia digital más avanzada del mundo, en donde gracias a la tecnología blockchain, cada voto realmente cuenta y ejerce cambios verdaderos.

Tecnología: Tendencias emergentes

El año 2024 promete ser un año emocionante en términos de tecnología disruptiva. Entre las tendencias emergentes más destacadas tendremos:

Metaverso: Se espera que el metaverso, una nueva versión de Internet que promete transformar nuestra forma de interactuar con el mundo digital, despegue. Este nuevo espacio virtual inmersivo podría cambiar nuestras vidas de formas que apenas podemos imaginar.

Inteligencia Artificial (IA): La IA continuará integrándose en casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde nuestras casas hasta nuestros lugares de trabajo. Además, la IA generativa transformará las estrategias empresariales y se utilizará para prever riesgos, personalizar planes de tratamiento y mejorar la calidad, mantenimiento y eficiencia.

Avances Médicos

En el campo de la medicina, se esperan avances significativos en 2024.

Lucha contra el Alzheimer: Se espera que haya avances en la lucha contra el Alzheimer, con la aprobación de nuevos medicamentos como el lecanemab y el donanemab.

Bioprinting 3D: Esta innovadora tecnología combina técnicas de impresión 3D con biotintas compuestas por células vivas. Permite fabricar con precisión estructuras complejas, como órganos de sustitución, mediante un enfoque por capas.

IA para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón: La Inteligencia Artificial (IA) se está utilizando para mejorar el diagnóstico del cáncer de pulmón. Por ejemplo, el Hospital Dexeus del Grupo Quirónsalud en Barcelona es el primer hospital de España en utilizar IA en el diagnóstico precoz de cáncer de pulmón. La tecnología de IA desarrollada por la empresa china Infervision AI-CT localiza características sospechosas de cáncer de pulmón a partir de imágenes de TAC de tórax.

Detección por TC del cáncer de pulmón: La Tomografía Computarizada (TC) es una técnica de imagen que se utiliza para detectar el cáncer de pulmón en sus etapas tempranas. Los exámenes de detección de cáncer de pulmón generalmente se ofrecen a los adultos mayores que han fumado mucho durante varios años o que han dejado de fumar en los últimos 15 años. Si se detecta temprano, hay más probabilidades de curarlo con tratamiento.

Conclusión

El año 2024 se perfila como un año decisivo en muchos aspectos, desde la política hasta la tecnología y la medicina. La democracia y la tecnología emergen como los dos pilares fundamentales que podrían catalizar un cambio transformador en nuestra sociedad.

La democracia, con su poder para dar voz a las personas y moldear el futuro de las naciones, jugará un papel crucial en este año. Las elecciones en Estados Unidos, India y otros países serán observadas de cerca, ya que los resultados podrían tener ramificaciones globales.

La tecnología, por otro lado, continúa avanzando a un ritmo vertiginoso. Desde el metaverso hasta la inteligencia artificial, las innovaciones tecnológicas tienen el potencial de cambiar drásticamente nuestras vidas y la forma en que interactuamos con el mundo.

En el campo de la medicina, se esperan avances significativos. Podríamos ver la llegada de curas para enfermedades como el Alzheimer, el VIH y varios tipos de cáncer.

Con las expectativas altas para este 2024, también vienen enormes desafíos. Pero con la correcta preparación y adaptabilidad, podemos enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan.

El futuro es incierto, pero está lleno de posibilidades. En medio de esta incertidumbre, hay una cosa que es segura: el año 2024 será un año de cambios y oportunidades.

Así que, ¡adelante, 2024! Estamos listos para enfrentar los desafíos, aprovechar las oportunidades y dar forma a nuestro futuro. Porque al final del día, somos nosotros, la gente común, quienes tenemos el poder de cambiar el mundo.

viernes, 22 de diciembre de 2023

2023: "Annus Mirabilis" de la Inteligencia Artificial, Crisis Políticas Monumentales y Asombrosos Avances Médicos

 

“En el reloj de la humanidad, el 2023 marca la hora del 'Annus Mirabilis’, (año de los milagros o maravillas) donde la inteligencia artificial, las crisis políticas y los avances médicos esculpen un porvenir insondable”

El 2023 quedará grabado en la memoria colectiva como el punto de ignición de la inteligencia artificial, una explosión que resonará a través de las eras. En esta sinfonía de innovación, emergieron colosos conversacionales como ChatGPT, Claude, Bing y Bard, que han desplegado habilidades lingüísticas que desafían los límites de lo humano, y están marcando el amanecer de una era donde los bots autómatas deslumbran con su asombrosa competencia.

Mientras la inteligencia artificial trasciende las fronteras de la comprensión humana, la computación cuántica descorre el velo de lo imposible. Google, en un acto de magia tecnológica, presentó una máquina cuántica capaz de ejecutar en tres minutos hazañas que a una supercomputadora le tomaría 10.000 años.

En paralelo, la mente inquieta de Elon Musk, personificada en Neuralink, ha tejido un futuro donde los hilos de la humanidad se entrelazan con chips cerebrales, dando forma a un paisaje transhumanista. La fusión entre mente y máquina, antes relegada a los confines de la ciencia ficción, ahora se despliega como un tapiz de promesas médicas y de mejora de la inteligencia humana sin precedentes.

El telón político no se quedó atrás, revelando giros sorprendentes hacia la derecha. Javier Milei y Giorgia Meloni, protagonistas de esta metamorfosis, desafiaron las expectativas al alzarse en Argentina e Italia. Milei se erige como el estandarte regional del liberalismo, mientras que Meloni, desafiando convenciones, se erige como la primera mujer premier italiana con una inclinación conservadora, rompiendo con las sombras del pasado.

Otro caso de éxito político en 2023, fue el del presidente Nayib Bukele en El Salvador, quien logró reducir drásticamente los homicidios y el poder de las pandillas. Bukele, que mantiene niveles altos de popularidad que son la envidia de otros líderes latinoamericanos, recibió el apoyo de la mayoría de la Asamblea Legislativa para financiar su estrategia de seguridad. Según la encuesta más reciente del Instituto de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Católica José Simeón Cañas (UCA), el 97.7% de los salvadoreños piensa que la violencia ha disminuido y el 81.8% que el régimen de excepción ha ayudado mucho a controlar la delincuencia. Bukele se ha convertido en un referente regional de la lucha contra el crimen y la corrupción.

En contraste, tenemos el fracaso monumental del presidente Biden, quien atraviesa su peor momento por los escándalos de corrupción con los turbios negocios de su hijo Hunter en Ucrania y China. Además, su errática política exterior ha sido un rotundo fiasco. Consciente de su impopularidad, Biden parece dispuesto a bloquear a como dé lugar el regreso de Donald Trump, quien se perfila como líder favorito para retomar la presidencia en 2024. Para intentar anular la figura de Trump, Biden recurre a controversiales artimañas legales sin fundamentos, en lo que se percibe como una campaña de hostigamiento político o una "cacería de brujas" sin precedentes contra su predecesor. Pero lejos de opacarlo, esta arremetida muestra claramente el temor del establishment demócrata ante el liderazgo indiscutible que aún ejerce Trump sobre las bases republicanas y buena parte de la opinión pública.

Otra decepción fue Gustavo Petro en Colombia, quien tras alcanzar la presidencia en noviembre de 2022 con el 50.9% de los votos, sufre un desplome récord en las encuestas por sus políticas radicales. Según la Invamer Poll, el 66% de los colombianos desaprueba su gestión, y apenas un 26% la aprueba. Entre las medidas más polémicas de Petro se encuentran la legalización del cannabis, el aumento de los impuestos a los ricos, la nacionalización de las empresas petroleras y la negociación con el ELN. Estas acciones han generado protestas, huelgas, violencia y rechazo de la comunidad internacional. Petro se ha convertido en uno de los presidentes más impopulares de la historia reciente de Colombia.

En cuanto a conflictos bélicos, el año 2023 ha sido testigo de dos escenarios críticos que han puesto en jaque la estabilidad regional y global. Por un lado, el conflicto Rusia-Ucrania, que se encuentra en un punto muerto, sin avances diplomáticos ni militares. Ucrania, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, se enfrenta a una posible derrota que supondría una grave pérdida para el bloque occidental y un triunfo para el expansionismo de Putin. Algunos analistas advierten que este escenario podría desencadenar una nueva guerra fría o incluso una guerra nuclear. Sin embargo, otros sostienen que Rusia también podría sufrir una derrota si no logra consolidar su control sobre el territorio ucraniano y se vería aislada económicamente por las sanciones internacionales. Todo es incierto en este frente, donde el alto el fuego es frágil y el diálogo es escaso.

Por otro lado, en Medio Oriente, la nueva guerra Israel-Hamás, que comenzó el 7 de octubre con un ataque masivo de cohetes desde Gaza. se ha convertido en el conflicto más sangriento y destructivo de la historia entre las dos partes. Israel, bajo el liderazgo fuerte de Netanyahu, se ha comprometido a derrotar a Hamás y al terrorismo, una acción que se considera beneficiosa también para el mundo occidental, que se enfrenta a la amenaza constante del extremismo islámico. Israel afirma va ganando esta guerra, pues ha logrado debilitar la infraestructura y el arsenal de Hamás, así como eliminar a varios de sus líderes. Y, a pesar del rechazo internacional, Israel se propone lograr sus objetivos sin importar el tiempo que tome, para que así Israel no sea “borrada de la faz de la tierra”, como afirma reiteradamente Irán, su principal enemigo en la región.

El 2023 se presenta ante nosotros como un umbral inolvidable, donde la tecnología y la política global entrelazan sus destinos. Este año marcará el nacimiento de un porvenir radicalmente diverso, cargado de promesas titánicas y sombras que susurran inquietudes aún no desveladas.

Avances disruptivos en medicina: terapias innovadoras que amplían los horizontes de la longevidad humana

Indudablemente, la medicina se destacó en 2023 con notables progresos científicos que amplían los límites de la longevidad humana. Terapias novedosas contra el Alzheimer lograron la curación del 19% de los pacientes en ensayos clínicos, marcando un hito en una vez intratable enfermedad.

Además, destacaron significativos avances contra formas agresivas de cáncer, como el pancreático y cerebral, gracias a la inmunoterapia CAR-T y terapias génicas personalizadas. La impresión 3D de órganos funcionales se vislumbra como una revolución en las listas de espera para trasplantes, con exitosos ensayos de riñones e hígados sintéticos.

En genética, se descifraron segmentos del genoma humano vinculados a enfermedades antes consideradas incurables, abriendo la puerta a nuevos diagnósticos y fármacos precisos. Las terapias génicas se erigen como tratamientos viables para afrontar e incluso curar afecciones de origen genético, como la hemofilia, fibrosis quística o distrofia muscular.

El mapeo celular integral y los organoides permitirán comprender y replicar los tejidos humanos, ofreciendo la posibilidad de reemplazar cualquier órgano dañado. En conjunto, estos avances disruptivos en biomedicina sugieren un aumento en los límites máximos de la longevidad en los años venideros, mejorando tanto la esperanza como la calidad de vida.

Conclusión: un futuro radicalmente distinto se asoma en el horizonte

El 2023 nos deja grandes lecciones y aún más incógnitas sobre lo que está por venir. Fue un año bisagra caracterizado por avances científicos y virajes sociales que auguran un futuro radicalmente distinto al actual.

Nos encontramos en las primeras etapas de una completa reconfiguración tecnológica, genética y política de la civilización, cuyas implicaciones nos sobrepasan. La IA, el transhumanismo y los extensos cambios geopolíticos podrían modificar la esencia de lo que nos hace humanos, para bien o para mal.

Presenciamos el declive de un status quo establecido durante siglos. En esta transición histórica, se vislumbran convulsiones, desequilibrios de poder y una creciente inestabilidad global. Nadie ostenta certezas inquebrantables acerca de la sociedad que surgirá. El 2023, apenas un modesto punto de partida, marca la entrada hacia un horizonte desafiante y desconocido, pero, espero, promisorio para las generaciones por venir.

sábado, 16 de diciembre de 2023

Clicktivismo y Algoritmos: ¿Estamos en Control de Nuestras Propias Opiniones?

 


«En la era del clicktivismo, la ilusión de participación es más peligrosa que la apatía, pues nos adormece con la retórica del cambio mientras sigilosamente nos conduce a un laberinto algorítmico diseñado para el conformismo dócil.”

En los albores de la era digital, donde el conocimiento y la información se despliegan con un simple clic, la dinámica de nuestra interacción con la realidad ha sufrido transformaciones profundas. Micah White, al introducir el concepto de clicktivismo en el año 2010 en un artículo del periódico “The Guardian”, arrojó luz sobre la nueva forma de participación social, impulsada por las redes sociales y las herramientas online. Sin embargo, la paradoja emerge cuando los algoritmos, auténticos arquitectos de nuestra experiencia digital, entran en escena moldeando nuestros pensamientos mucho más allá de lo necesario. En lugar de ser meros facilitadores de información, se convierten en los escultores invisibles de nuestras percepciones, moldeando nuestras mentes de formas que apenas comenzamos a comprender. Esta manipulación sutil y constante, que va más allá de una sutil influencia, puede ser vista como una forma de lavado de cerebro digital o ideologización.

En tiempos anteriores a la revolución digital, la búsqueda y adquisición de conocimiento involucraba una exploración activa, una diversidad de fuentes y una formación de opiniones basada en un análisis reflexivo y profundo. El espectro de visiones e ideologías se desplegaba ampliamente, y las perspectivas se construían desde un análisis considerado. Pero los algoritmos han alterado esta ecuación.

Hoy en día y segundo a segundo, los algoritmos de las redes sociales toman las riendas, determinando qué contenido se nos presenta, reduciendo nuestra exposición a un estrecho rango de ideas y perspectivas. Este fenómeno ha resultado en una disminución de nuestra capacidad para mantener mentes abiertas a puntos de vista divergentes. Nos hemos vuelto menos tolerantes y paradójicamente menos informados, al no considerar otras visiones del mundo, de la sociedad y de la política.

Adicionalmente, la sombra del sesgo en los medios de comunicación y la proliferación de noticias falsas contribuyen a la formación de opiniones distorsionadas sobre figuras públicas y eventos. La información, en lugar de ser una herramienta para la comprensión, se convierte en un terreno minado de manipulación y percepciones sesgadas que nos van aislando en un mundo distante del real.

El activismo digital, o "clicktivismo", ha emergido como una expresión contemporánea de participación ciudadana, permitiéndonos apoyar causas, firmar peticiones y financiar proyectos con un solo clic. No obstante, tras esta aparente libertad llena de humanidad y participación social, se oculta una dictadura silenciosa: la de los algoritmos de las grandes plataformas tecnológicas, que controlan el 92% del tráfico global en internet, según datos de Amnistía Internacional.

Estos gigantes tecnológicos han creado algoritmos sofisticados diseñados para retener nuestra atención, explotando las vulnerabilidades humanas para mantenernos absortos en sus plataformas, como bien lo señaló el CEO de Apple, Tim Cook. La ilusión de libertad que ofrece el clicktivismo es, en realidad, un velo que encubre una arquitectura astutamente diseñada para influir en nuestras ideas y orientaciones políticas y sociales.

La inquietante pregunta que se plantea es si, en la era de las redes sociales y de la sobreinformación, realmente estamos en control de nuestras propias opiniones. Este cuestionamiento nos invita a reflexionar sobre la verdadera naturaleza de nuestra interacción con la información, la influencia de los algoritmos y la fragilidad de nuestras percepciones en un mundo cada vez más digitalizado y conectado.

El Auge del Clicktivismo

 El término "clicktivismo", denota una forma superficial de ciberactivismo que se ha popularizado en la última década. Esta práctica, que solo requiere un clic del ratón para respaldar una causa, ha experimentado un aumento exponencial.

Según un estudio de Pew Research (2017), la participación ciudadana a través del clicktivismo se ha disparado un 600% en los últimos 10 años. Actividades como firmar peticiones online o hacer donaciones a ONGs se han convertido en parte del activismo diario de millones de personas. Sin embargo, el propio Micah White, creador del término, advierte que el clicktivismo es una ilusión peligrosa que reduce el activismo real a simples peticiones digitales, aislando a la gente y debilitando los movimientos sociales.

De hecho, politólogos como Evgeny Morozov concuerdan en que el clicktivismo refleja una "pereza digital" que mata el auténtico compromiso social, sirviendo además a propósitos políticos de ideología woke.

Es especialmente preocupante el uso del clicktivismo por ciertos sectores de izquierda para generar una falsa sensación de inclusión y acción colectiva. Este activismo simbólico se nutre de desinformación abundante en redes como TikTok, red china cuyos algoritmos también sirven a una causa política aliada al Partido comunista chino que necesita tener controlado a sus 90 millones de militantes y, además, necesita exportar su proyecto de control social.

Como explicó el escritor Malcolm Gladwell, las redes sociales son efectivas diseminando información, pero débiles, generando lazos y motivando acciones sostenidas.

El debate está abierto: ¿estamos frente a una democratización real de la participación o ante una ilusión peligrosa de activismo fomentada por intereses políticos y económicos?

Clicktivismo y Algoritmos: ¿Quién está en Control?

En la intersección del clicktivismo y los algoritmos, surge una pregunta inquietante: ¿Quién está realmente en control? Los algoritmos, diseñados para mantenernos enganchados a nuestras pantallas, juegan un papel crucial en la determinación de qué causas vemos y apoyamos. Según un estudio de Pew Research Center, el 64% de los usuarios de redes sociales dicen que su visión del mundo ha sido influenciada por lo que ven en sus redes y sus feeds.

Entonces de nuevo surge la pregunta¿estamos realmente en control de nuestras propias opiniones, o estamos simplemente siguiendo la corriente de lo que los algoritmos deciden mostrar? A medida que los algoritmos se vuelven más sofisticados, la línea entre la formación de opiniones y la manipulación de opiniones se vuelve cada vez más borrosa. Como afirmó Eli Pariser, autor de “The Filter Bubble” (El filtro burbuja en español) estamos atrapados en una “burbuja de filtros” donde los algoritmos nos muestran lo que quieren que veamos, no necesariamente lo que necesitamos ver y la web decide lo que leemos y lo que pensamos

Conclusión

El clicktivismo ha revolucionado la participación política y social, sin embargo, en las sombras acechan algoritmos que manipulan nuestras experiencias digitales, poniendo en duda la legitimidad de nuestras opiniones y la pureza de nuestro libre pensamiento.

Estas dos caras de la moneda digital, clicktivismo y algoritmos, interactúan perversamente: si bien el clicktivismo permite adherirse a causas de modo instantáneo, son los algoritmos los que deciden estratégicamente qué causas llegarán a nosotros. Surge, pues, la inquietud: ¿estamos gobernando nuestras ideas o simplemente navegamos la corriente de lo que los algoritmos autorizan?

Quizás ha llegado la hora de recuperar la genuina libertad que antaño nos definió, aquella donde el conocimiento no tenía filtros artificiales ni activistas de sofá, donde las empresas y ciudadanos conscientes marcaban la agenda del cambio social con acciones que hoy nos parecerían radicalmente transformadoras.

Retornar el poder sobre nuestras mentes implica sospechar de una manipulación tecnológica que amordaza nuestro espíritu bajo la máscara libertaria de la era digital. Solo así lograremos exprimir los beneficios del clicktivismo sin rendir nuestra esencia ante el oráculo matemático que dicta una inquietante y nueva verdad.

Twitter X: @dduzoglou