“Leopoldo López, un líder con convicciones”
Por
@dduzoglou
Dayana Cristina Duzoglou
“Prefiero explicarle a mis hijos por qué estoy preso que explicarles por qué no tienen país”
Leopoldo López
Leopoldo López
En la Venezuela de hoy, donde más de 25 mil asesinatos son registrados
cada año y el índice de impunidad es del 97% (según cifras del
Observatorio Venezolano de la violencia), una Venezuela donde no existe
separación de poderes y las decisiones son tomadas por dos poderosos, es
muy difícil mantener una esperanza de que surgirán cambios, al punto
que un alto porcentaje de jóvenes profesionales buscan irse del país
para explorar nuevas oportunidades en donde la seguridad personal, la
estabilidad económica y la dignidad de un sueldo decente puedan ser
impulso para una mejor vida ( En este momento el sueldo mínimo real en
Venezuela no llega a los 20$ mensuales)
El desánimo y la cubanización de un país que fue inmensamente rico hasta hace 16 años (con los mayores ingresos petroleros de su historia en los últimos años) se siente en las calles, en las colas para encontrar alimentos básicos y medicinas y hasta el mismo Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU ha manifestado preocupación por el “grave desabastecimiento y escasez de alimentos de primera necesidad” en Venezuela, exhortando al gobierno de Nicolás Maduro a adoptar “medidas urgentes”. La escasez de medicamentos alcanza el 67%, la escasez de electrodomésticos un 97% y la escasez de alimentos básicos en Caracas superó el 60% (Cifras de Datanálisis) Todo esto es producto de la destrucción de un sector económico nacional en donde 77 mil empresas han quebrado por las medidas económicas de Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, quien al implementar una “Ley de precios justos” ha asfixiado a las empresas privadas al punto que han tenido que quebrar debido a la insostenibilidad que esto conlleva, dejando desempleada a decenas de miles de personas. De acuerdo con las evaluaciones efectuadas por estudiosos económicos de diversas universidades del país, la proporción de pobreza para el año 2015 será del 55%, por lo que 18 millones de venezolanos entrarán a situación de pobreza al finalizar el año como consecuencia de la caída del ingreso, la inflación, estimada en 150%, y a la insuficiencia de alimentos. Además, en el informe anual sobre Derechos Humanos relativo al año 2014, Estados Unidos denunció la represión y las detenciones arbitrarias en Venezuela, también señalando que la “corrupción redujo la efectividad de las fuerzas de seguridad y socavó la independencia de su justicia, que es usada para perseguir a opositores políticos”.
En este desolador panorama que evoca los tiempos de la hambruna rusa del Volga de 1921, Leopoldo López (hoy preso de conciencia), un líder demócrata con un profundo sentido social y de justicia, viene luchando sin cesar por una mejor Venezuela que tiene como norte una Venezuela de justicia en donde “todos los derechos sean para todos los venezolanos”. Este líder con profundas convicciones anti totalitarias, no es un improvisado, su educación y trayectoria denotan excelencia. Leopoldo López, economista graduado en Kenyon College, con un Diplomado en la Universidad de Harvard, fue uno de los mejores alcaldes que ha tenido Venezuela logrando tener un 70% de aprobación en su segundo periodo como Alcalde de Chacao, Municipio que bajo su mandato se convirtió en el más seguro del país. Su notable liderazgo, hizo que Hugo Chávez lo viera como un contrincante de fuerza, por lo que en el año 2008 Leopoldo López fue inhabilitado por supuestas irregularidades, caso que fue revisado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte que emitió un fallo favorable y unánime a su favor. Leopoldo, aun teniendo las oportunidades de transitar la “vía fácil”, irse del país y trabajar como economista en la empresa privada, decidió transitar el camino arduo de luchar por un país mejor y por lo tanto confrontar a un régimen antidemocrático de manera frontal promoviendo un cambio, una salida que casi el 80% del pueblo sigue clamando por ser víctima de un gobierno desastroso, ineficiente y corrupto, liderado según las mismas palabras de Leopoldo por “un incapaz que no manda y es el rostro vivo de la crisis”. Con el respaldo de la valiente Maria Corina Machado y el Alcalde de la Gran Caracas Antonio Ledezma, Leopoldo llama a la sociedad democrática a las calles a manifestar pacíficamente basados en los instrumentos mismos que concede la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en donde el pueblo tiene el derecho de pedir una constituyente, una enmienda, un revocatorio e inclusive la renuncia del Presidente si este carece de legitimidad de desempeño. También existe un artículo en la Constitución que aunque genera polémica, es muy claro: Art 350 CRBV:
“El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos”
El 4 de febrero del año 2014, como producto de la inseguridad, la escasez que hoy triplica la de esa fecha, los estudiantes venezolanos toman las calles. Leopoldo López asumió el deber de apoyarlos, como lo hicimos millones de venezolanos ya hartos de transitar el triste sendero al abismo donde se encuentra sumida Cuba en soledad, aunque ya determinada a salir de esos 56 años de oscurantismo.
El 12 de febrero (Día de la Juventud en Venezuela), Caracas se suma a las protestas convocadas por numerosos movimientos estudiantiles. A estas protestas se unen los estudiantes de todo el país clamando por los derechos civiles vulnerados por el régimen y pidiendo al Régimen Cubano el cese de la injerencia en la política de Venezuela.
La respuesta del Régimen totalitario liderado por Maduro fue violenta, la barbarie desmedida de la Guardia Nacional causó la muerte, solo en esos días, de 43 venezolanos, hubo 486 heridos y 1854 detenidos (Según el informe de la Fiscalía General de la Republica) y el Foro Penal Venezolano denunció 59 casos de tortura para marzo del 2014. El 12 de Febrero mueren dos estudiantes (Bassil Da Costa y Robert Redman), hay 66 heridos de gravedad y un miembro de un colectivo perteneciente al régimen también es ultimado por miembros de otros colectivos (así lo indica Jhonny Montoya, el hermano de la víctima, Juan Montoya, quien actualmente asegura que Leopoldo López es inocente de este crimen por el que está siendo enjuiciado. Ver aquí: goo.gl/cuhPYg). Dirigentes del Gobierno responsabilizaron a Leopoldo López y María Corina Machado como los responsables de estos hechos violentos, evadiendo como es típico de los regímenes mediocres, toda responsabilidad.
Leopoldo no se detiene y convoca a una manifestación el 18 de febrero, manifestación multitudinaria que estuvo presente apoyando sus peticiones que fueron muy concretas: 1- Que el Estado reconociera ser el responsable del asesinato de estudiantes. 2- Libertad para los injustamente encarcelados en las manifestaciones a nivel nacional. 3- El cese de la persecución, las desapariciones y torturas (ya que hasta esa fecha se habían registrados torturas atroces y desapariciones de estudiantes). 4- El desarme de los colectivos que actuaron bajo el amparo de un Estado que tiene como obligación defender y proteger a los venezolanos.
El 18 de febrero de 2014, millones de venezolanos acompañamos a Leopoldo López quien ya había sido señalado como responsable de los hechos acontecidos a partir del 12 de febrero. Leopoldo valientemente dio la cara y se entregó a lo que él muy bien llama “la justicia injusta” de un país sin separación de poderes, en donde los culpables son señalados arbitrariamente por el dedo de un Dictador. A Leopoldo López, se le imputan los delitos de homicidio intencional calificado ejecutado por motivos fútiles innobles en grado de frustración, terrorismo, lesiones graves, incendio de edificio público, daños a la propiedad pública, delitos de intimidación pública, instigación a delinquir y delitos de asociación, a solicitud del Fiscal Nacional 41° Abogado: Franklin Nieves Capace. Quizás el verdadero delito de Leopoldo López es tener más popularidad en las encuestas como líder en Venezuela que el mismo Hugo Chávez en su mejor momento.
Secuestrado en una cárcel militar desde hace un año y cuatro meses, Leopoldo López no ha cesado su lucha, ni los estudiantes y la sociedad democrática venezolana han dejado de apoyarlo. Los medios nacionales no reflejan la realidad de la lucha por la retoma democrática en Venezuela ya que las mayoría de los medios los maneja el Régimen o han sido comprados por personeros corruptos y los pocos dueños de medios que reflejan la realidad con libertad, están siendo perseguidos y presionados por el Régimen. La asfixia a un país que fue una la democracia más sólida de Latinoamérica ha generado gran apoyo a nivel internacional. Ex Presidentes de la talla de Felipe González, Tuto Quiroga, José María Aznar, Bill Clinton y Andrés Pastrana así como innumerables Parlamentarios del mundo no han cesado de abogar por los presos políticos como el Alcalde Ledezma, Daniel Ceballos y Leopoldo López y señalan a Venezuela como un país sin democracia. Las encuestas le dan a Nicolás Maduro más de un 80% de rechazo y también ha sido de gran impacto que el segundo hombre más poderoso de Venezuela, Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, ha sido señalado por el Diario ABC de España, el Wall Street Journal entre otros, como el Capo del Cartel de los Soles, grupo al interior de las fuerzas de seguridad de Venezuela que trafican con cocaína. Los venezolanos sabemos que un régimen sin pilares fuertes ya no tiene sostén en este mundo globalizado donde más temprano que tarde la justicia internacional actúa, aunque a veces sentimos la tristeza de no ver un sendero que no termine desembocando en un despeñadero.
Yo como venezolana independiente, que no se
arrodilla ni calla ante la tiranía, que no milita en ningún partido, ni
sobrevive con dadivas del despotismo, puedo ver en Leopoldo Eduardo
López Mendoza esa luz tan necesaria que rompe con la total oscuridad en
la que los comunismos suelen arrojar a los países. Estuve presente en la
manifestación de Caracas del 30 de Mayo del año en curso (millones de
venezolanos manifestaron de nuevo en todo el país ese día apoyando las
peticiones de libertad, seguridad y democracia de Leopoldo López) , así
como he atendido a todos sus llamados porque más que seguir a un
político o ese “Mesías” siempre esperado, comulgo con sus ideas, apruebo
su trabajo en equipo en donde los protagonistas somos los venezolanos,
tengo fe en su convicción profunda de que podemos vivir pronto en una
mejor Venezuela y soy testigo de que su gran fortaleza es saber que la
verdad lo asiste y que viene luchando del lado correcto de la historia.
Hace pocos días, Leopoldo López levantó una huelga de hambre de un mes en donde perdió 17 kilos y puso su vida en riesgo. Más de 100 estudiantes se unieron a esta huelga de hambre en todo el país. Sus peticiones eran por fecha para elecciones parlamentarias, liberación de presos políticos, cese de la represión y la censura a los medios. Logró que el Consejo Nacional Electoral fijara la fecha de las elecciones y varios estudiantes fueron liberados después de su huelga de hambre. Leopoldo junto con el Alcalde Ledezma y Maria Corina Machado han logrado de cierta manera sumarle credibilidad al ala de la oposición moderada que hace vida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que por su silencio e inacción en momentos determinantes han despertado la apatía de los demócratas que no ven que ellos trabajen en una salida diferente a la de pactar con el régimen. Leopoldo L. afirmó: “Asumimos esta protesta no para morir, sino para que todos podamos vivir dignamente. La huelga de hambre es un método de lucha; la levantamos, pero la lucha continúa. Estoy convencido de que la Unidad y todas las fuerzas democráticas están más preparadas que nunca para dar esta batalla”.
Solo, en recuperación y aislado en un edificio sin contacto ni siquiera con su esposa, padres o hijos, se encuentra hoy el Mandela venezolano. Solo pero a la vez muy cerca de los corazones de millones de venezolanos que hemos visto que su lucha es genuina, que ha sacrificado su salud, su familia, su comodidad personal por luchar de manera pacífica por la retoma de la democracia de quien fuera la tierra que vio nacer al Libertador de América, Simón Bolívar, de quien Leopoldo López es su descendiente más cercano. Como dijo Einstein: “Dios no juega a los dados” y el destino de Venezuela no será jamás sucumbir ante un Narco Estado sino ser la Venezuela de justicia, paz y prosperidad con la que no deja de soñar hoy un venezolano entre las rejas de la tiranía. Leopoldo López, quien puedo asegurar algún día no muy lejano podrá decir que por VOLUNTAD del pueblo venezolano ( y no de manera ilegítima, fraudulenta e inmerecida) tendrá la responsabilidad de conducir a Venezuela como Presidente Constitucional, para ser la gran Nación que desde hace décadas merecemos ser.
INVICTUS- NELSON MANDELA
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuán recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
William Ernst Henley
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