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miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Esta llegando el fin de la mala racha en Venezuela?



¿Esta llegando el fin de la mala racha en Venezuela?


“¿Cómo se incubó tanto odio y resentimiento sin que nos percatáramos de lo que ocurría ante nuestras propias narices?”

Matías Romero, protagonista de La mala racha

De Fernando Martínez Mottola


Por Dayana Cristina Duzoglou L.


Twitter: @dduzoglou



Infinitas reflexiones surgen después de leer el fabuloso libro de Fernando Martínez Mottola “La mala racha”. ¿Cuántos venezolanos no han estado en el dilema de irse de un país donde la democracia es pasado o quedarse y luchar para ser motores del cambio?  ¿Cuántos no hemos sentido como nos han cambiado los valores? Vivimos en una nueva Venezuela, casi irreconocible para muchos. Una Venezuela donde impera la viveza, los antivalores, donde vemos a los funcionarios más corruptos y amorales recibir honores, ser nombrados “Embajadores” y ser promovidos a Ministros o Jueces del Tribunal Supremo de Justicia. Nos preguntamos día a día ¿Qué nos pasó? ¿Dónde quedó la Venezuela en donde todos éramos hermanos, la Venezuela donde el verdadero sueño americano era posible? Como mi familia, muchos llegaron a Venezuela de la Europa post-guerra solo con una maleta de sueños. Una tierra inhóspita de gente amable y buena recibía con los brazos abiertos a los extranjeros y los invitaba a amar esta Tierra de Gracia. Con trabajo duro, honestidad y constancia, en Venezuela era posible ser próspero, ser verdaderamente felices. 

La mala racha empieza en el año de 1998. Un golpista con mucho carisma prometió una Venezuela diferente, una Venezuela inclusiva, libre de corrupción, de burocracia, un socialismo inédito al que le pusieron el nombre de “Socialismo del Siglo XXI”. 

En su libro “La mala racha”, Martínez Mottola nos presenta a Matías Romero, un ex Gerente de PDVSA que es despedido después del paro petrolero del 2002. Su esposa Helena, asume la postura de irse del país ya que priva su instinto maternal de llevarse a sus hijas a Miami, donde ella piensa tendrán un mejor futuro. Matías, un amante de Venezuela, de El Ávila, de las arepas, comienza a vivir el dilema entre quedarse en su país o partir un rumbo desconocido para ser un extranjero.  Hoy, después de 17 años hay una imagen y miles de jóvenes huyen por Maiquetía, la única salida que muchos ven a un caos, a una Dictadura.



“Nos cambiaron los valores, nos cambiaron los principios. Lo que antes era bueno, ahora es malo,  el que era un héroe ahora es un villano  “dice el escritor, Fernando Martínez Mottola a explicar la realidad venezolana del día a día.

El contraste entre la Venezuela hospitalaria que muchos veían como destino final, ahora se ha convertido en una fábrica de emigrantes que se va del país. Los que se van –dice el autor- se van pero extrañando siempre a su tierra natal y los que se quedan, sienten la preocupación de ser las próximas víctimas de la inseguridad. 

En la ópera prima de Martínez Mottola, el lector puede entender fácilmente el porqué de la lucha de quienes no creen en  la mal llamada Revolución, se puede vivir la posición de millones de venezolanos que entre protestas marchas y colas, día a día manifiestan su acentuada molestia por acercarnos a el modelo cubano en donde “los balseros” que salen de la Isla para un destino mejor, en Venezuela son llamado “los balseros del aire”. 

Dicen Fernando Mires en su análisis del libro que “las rachas las atribuimos a la suerte o al destino” y me pregunto ¿Es realmente este caos de sangre, odio y violencia lo que Venezuela se merece? ¿O quizás es simplemente un karma colectivo en que tenemos que aprender a ver a Venezuela como el tesoro que es y no como un negocio o un país para maltratar y explotar?

Se avecina el 6 de Diciembre, unas elecciones cruciales para avanzar a la retoma de la democracia, el punto de partida de un cambio, que a mi parecer, no radica en en el número de parlamentarios que la alternativa democrática logre obtener ya que sabemos que en una Dictadura, todo es una farsa. El principio del cambio para retomar la democracia anhelada radica en la decisión vehemente de todos los que amamos a Venezuela en cambiar nuestra “mala racha”, salir de la comodidad del desentendimiento, aportar como podamos aportar para recuperar esa Venezuela grandiosa que una cuerda de malandros facinerosos nos arrebataron. El 2016 tiene que ser el año en que logremos la libertad de los presos políticos, el regreso de los exilados por motivos políticos, la salida de un Narcoestado que cada día está más desacreditado en el mundo y que se asoma al mundo como lo que es, un Estado fallido aliado a las peores causas de la humanidad. 

Al final de la novela, Martínez Mottola logra contagiarnos de esperanza, ya que su protagonista, Matías, no se deja vencer por la perversidad, ni por los chantajes. Su victoria es superior, porque aun y cuando el deterioro va infectando a todos, cuando todos parecen tener un precio, Matías logra conservar su integridad moral, algo que no tiene precio y que será el capital humano con que muchos contarán para construir la Venezuela cuyo destino estoy segura es, volver al hilo Constitucional y ser de nuevo, la democracia más sólida de Latinoamérica.

“La mala racha”, un libro que todo demócrata debe leer.


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